Biografía

Antonio Pineda es un pintor andaluz afincado en Catalunya desde su infancia, que sabe trasladar al lienzo con un personalísimo estilo, la belleza y la fuerza del paisaje.

Paisajes ensoñados, vividos, descubiertos, olvidados un día y creados de nuevo.

El artista nace en la localidad de Motril (Granada) un 6 de septiembre de 1953 y se traslada junto a su familia a Catalunya en el año 1958. Aunque de formación autodidacta, recibe la elemental formación de dibujo y pintura en el taller del maestro Pascual Bueno, y más tarde con el pintor Martínez Lozano.

El firme andamiaje del dibujo sostiene las manchas del color. La espontaneidad y el rigor se combinan y equilibran en una obra que, en ocasiones, llega a rozar la abstracción, y en la que la luz se convierte en protagonista estremecida del cuadro. Pineda, aun cuando pinte paisajes mallorquines, catalanes, andaluces o árabes, huye conscientemente de localizaciones concretas en busca del misterio que identifica las regiones.

Cada obra responde a un estado de su espíritu. Cada óleo es una emocionada y sensible creación. Cada paisaje es un poema pictórico, palpitante de ternura y de belleza, que no intenta ser un retrato fiel a un determinado perfil de la naturaleza, sino una realidad pictórica independiente, plena de valores y sostenida por su propia jerarquía artística. La luz, el aire, la materia, el color… Todo es el resultado de una entrega apasionada, de un diálogo íntimo entre el pintor y su entorno, de una receptividad exquisita, a veces feliz y a veces dolorosa, que le permite descubrir los últimos secretos del paisaje.

El pincel y la espátula se turnan y se apoyan. El nervio creador va marcando los ritmos con la espátula y el pincel acaricia contornos y figuras, poniendo en el matiz la mágica armonía del color. Todo parece fácil, nacido sin esfuerzo, espontáneo y gozoso, y sin embargo, detrás de la belleza cromática, se ocultan el uso calculado del espacio, el juego de la técnica, el difícil dominio del oficio, la insistencia, las dudas, el trabajo, el amor…

Pineda es un artista delicado y violento, que busca la belleza en la fuerza encendida del color, y descubre contrastes escondidos en los colores fríos, y estremece de verdes los ocres y los sienas, y hace grises los cielos, y amarillos los árboles, y estallan en violetas las rocas y las aguas. Paisajes ensoñados, vividos, descubiertos, olvidados un día y creados de nuevo. Paisajes con figuras, que son pedazos vivos del paisaje. Paisajes de montaña, de desierto, de mar, de aridez de secano y tierras agrietadas o exuberantes verdes empapados de luz.

Pintar es entregarse, desangrarse, soñar. Hace ya muchos años Ortega y Gasset dijo, en uno de sus pocos ensayos sobre arte: “El pintor, con los ojos cerrados, debe mirar su paisaje interior”. Es lo que hace Pineda, acaso sin saberlo, convertir sus silencios en gritos de color.

MARIO ANTOLIN PAZ
Miembro de la Asociación Española de Críticos de Arte